todos los asuntos que se pueden vivir en el lugar más loco de santiago
Veníamos de vuelta, tardecita, más de lo normal, como siempre será al vuelta de la Zona. Con Toti y las demás chicas. Sebastián quedó atrás y no alcanzó a bajar la escalera. Dos niñas quedaron en el andén, no sabiendo si esperar a Seba o irse con nosotras. Con gritos de miedo por vacilar entre subir o no al vagón, finalmente quedaron abajo con el atrasado. Las puertas se cerraron.
Desde adentro, un grupo de tipos se reian con nosotros por el chiste fugaz.
Se despertó a la audiencia.
Hicieron que la gente sonriera.
Gran atmósfera.